En el periodo de la reformas de Toledo se impusieron una serie de nuevas administraciones para el estado con el fin de poder manejar mejor los tributos indígenas y llevarlos hacia la corona, una de las medidas tomadas por Toledo fueron las reducciones que se dividieron en varias partes. Toledo puso a los corregidores como nueva medida al fracasar los encomenderos, Toledo tenía la idea de que estos serían más efectivos en el momento de recolectar los impuestos, sin embargo a la larga los corregidores fueron corruptos en el modo de administración de impuestos; utilizaron una serie de mañas para poder enriquecerse.
A poco tiempo de que Toledo se retirara de Lima, su administración fue defectuosa. Los corregidores a la larga de todo este periodo, empezaron a abusar de sus subordinados y comenzaron a ganar 30 mil peso mientras que el salario establecido era de 800 a 1200 pesos.
Según los periódicos de la epoca era muy común escuchar que los corregidores utilizaban métodos ilícitos para llenarse los bolsillos como : falcificar censos y matriculas , y quedarse con el dinero de los indígenas que no figuraban en los censos. Otra táctica utilizada era obligar a los indígenas a pagar por los muertos o los ancianos, osea haciéndolos pagar por personas que no tenían que hacerlo. También era bien sabido que los corregidores utilizaban el dinero de la corona para poder financiar sus propias empresas, a veces utilizaban la mano de obra indígena sin paga para trabajar en las mismas.
En efecto, pese a los repetidos intentos de la Corona por acabar con los excesos más flagrantes de los corregidores, su reputación de venalidad y falta de escrúpulos, perduró hasta que la Corona abolió a fines del siglo XVII con la introducción del sistema de intendencia.
En conclusión el resurgir de la autoridad central bajo Francisco de Toledo resutó no ser más que un fenómeno transitorio en el virreinato de Perú. Aparte de algún período breve tras una visita o una residencia, en el que las autoridades de Lima imponían una observación de la ley más estricta, los corregidores ejercían prácticamente un poder local independiente. Los negocios ilícitos, el soborno y la extorsión proliferaron, pues los corregidores utilizaron su autoridad judicial y administrativa de forma no menos tiránica que los encomenderos para extraer provecho de la población indígena a su cargo. Las garantías institucionales en el caso de los nombramientos burocráticos, o los procedimientos judiciales, raramente demostraron ser impedimentos serios, estos magistrados , sencillamente, hacían caso omiso de las leyes, y amasaron considerables fortunas mediante sus operaciones ilegales.
Keith (1971), p. 441.
Yalí Román (1974), p. 26.
Gibson (1964), pp. 90-91; Archivo General de Indias (en adelante, citado AGÍ),
Lima, 635, Título de Santiago de Pontejos, corregidor de lea, Madrid, 17 enero 1669.
BIBLIOGRÁFIA
--Guillermo lohmann Villena /el corregidor de indios en el peru bajo los austrias-fondo editorial Pontificie universidad católica del perú
--Seminario de historia de America, universidad de Valladolid,(1977)/universidad de Michigan
--Francisco de Toledo, Guillermo Lohmann Villena, Maria Justina Sarabia Viejo /escuela de estudio hispanoamiericano , (1989)--universidad de michigan