El Perú es un país conocido por su rica gastronomía, por ser la tierra de Macchu Picchu y por los hermosos parajes que guarda. Pero eso no lo es todo, nuestra historia lleva consigo una serie de eventos corruptos, que se pueden datar desde la época del virreinato hasta la actualidad. En este ensayo no solo demostraremos la corrupción en el virreinato sino el mero virreinato de Francisco de Toledo y lo que abarca en cuanto al término expuesto.
El virreinato de Francisco de Toledo fue un mandato en el cual se ordeno al país aplicando, en muchos casos, la fuerza militar. En este reinado hubo un caso de corrupción predominante, el cual se caracterizó por la retención del dinero excedente a España.
En la época del virreinato era una obligación mandar la riqueza económica que le pertenecía al Perú a la Corona en España. Pero en ese ámbito el mandato de Francisco de Toledo fracasó, ya que, de cierta manera se pudo actuar a las espaldas del mencionado virrey. Esto lo vemos cuando analizamos la capacidad que tenía la élite de influenciar; por ello estos personajes lograron retener los productos, mercancías y dinero, para así crear una fortuna propia.
Propietarios de empresas textiles, hacendados e incluso los curacas, conspiraban para tomar el control de todo excedente, ya sea tributo o productos en sí, en lugar de enviarlo, como se debía, a Lima. Esto lo lograban manipulando las instituciones de la Corona en Perú, para así conseguir explotar y controlar el tributo y el trabajo de los indios. De esta manera lograrían pasar desapercibidos y beneficiar su situación económica.
La corona no lograba darse cuenta de este hecho, ya que había asignado a un representante en el Perú, destinado a controlar el nombramiento de magistrados. En algunos casos elegían amigos o familiares para ciertos cargos y de esta manera sería más fácil el manejo para el beneficio propio de la élite. Así mismo, con frecuencia estos cargos se vendían abiertamente, lo cual permitía que la élite se adueñe de los cargos.
Que la corona se diera cuenta era un hecho muy poco probable ya que la élite decidía recidir en Lima y este acto de corrupción se daba mayormente en provincia, entonces mandaban a gente en su nombre para que manejen la situación. Por lo que si alguna vez se dudaba de esta élite, ellos solo respondería que es imposible ya que ellos vivían en la capital y la corrupción se daba fuera de ella.
Es así que podemos darnos cuenta que de la manera más sutil se puede ser corrupto. Por cuestiones obvias uno siempre desea el beneficio propio, y así de ellos podríamos decir que esta bien que pongan a familiares y amigos en buenos puestos, pero esto se llama nepotismo y no es justo, uno trabaja duro para conseguir un cargo no se asume por herencia al menos no en cuanto a situaciones del estado (esto en lo que es moralmente correcto). Así mismo consideramos inexplicable el adueñarse del capital nacional para el beneficio propio. La corrupción no es resiente, la llevamos con nosotros desde nuestros inicios; es verdad que nuestro pasado hace quien somos, ¿pero acaso eso no lo podemos cambiar?
Bibliografía:
Hector Noejovich. "El consumo de azogue ¿indicador de la corrupción del sistema colonial en el virreinato del Perú? (Siglo XVI y XVII)
Pedro Perez Herrero. "La América Colonial: Política y Sociedad".
Kenneth J. Adrein. "Corregidor de Indios, la Corrupción y el Estado Virreinal"
You tube. "Virreinato del Perú"
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